Al límite de la realidad / Twilight Zone
En esta entrada vamos a discutir y
analizar una parte de la película “En los limites de la realidad”
(Twilight zone: The Movie 1983). En la parte de la misma en la que el
actor Scatman Crothers se encuentra en un asilo de ancianos y ante
una situación de vida típica, en la que se encuentran inmersos las
personas allí residentes, se propone un cambio, que parte desde el
inconformismo, planteándose la idea del cambio en la situación en
la que se encuentran.
Un asilo, una silla, unas normas y nada
mas. Un anciano tiene que hacer lo que se supone que tiene que hacer,
lo que la sociedad manda, pero existen otras alternativas. Se tiene y
se puede locha con el sistema y con los estereotipos generados por la
sociedad. Usted que me lee, ¿le gustaría que mañana le dijeran
todo lo que tiene que hacer? Yo creo que no, pero se lo imponemos a
los ancianos.
Un anciano es dueño de su destino, de
su forma de pensar y actuar y como se puede ver en esta parte de la película, también son dueños de su forma de actuar y más aún si
son ancianos sanos que aun teniendo los achaques propios de la edad,
son perfectamente capaces de desarrollar una vida plena en todos los
sentidos de la vida y digo todos, incluido el sexual.
Se puede ver en cada anciano una manera
de actuar y una forma de pensar y todas son perfectamente aceptables
y deben poder llevarlas a cabo libremente.
Esta película es una autentica lección
para todos y todos debemos pensar sobre ella, ya que nuestros
ancianos se merecen mucho mas de lo que socialmente se cree permitido
y mas aún nosotros como enfermeros, que desdes mi punto de vista,
nos tenemos que comportar no como la enfermera que aparece en la
pelicula, sino como este personaje que les abre los ojos y les enseña
el abanico de oportunidades y opciones que tienen, ya que su vida no
está en el final. Pensar que a partir de los 65 años la vida que
deberían llevar es la propia de un anciano es un disparate y mucho
mas cuanto mas avanzan los años, ya que las personas mayores son muy
distintas a las de antes y son personas sanas que tienen muchas
oportunidades y años por delante; personas útiles para la sociedad
y que además merecen ese descanso y esa libertad que se han ganado
durante toda su vida.
Las personas mayores, he de
reconocerlo, para mi son personas dignas de muchísimo respeto, no
solo por los conocimientos y vivencias que atesoran en esas frentes
arrugadas, sino también por que podemos decir que todo lo que
tenemos ahora se ha forjado con su sudor. La Facultad que hoy piso se
construyó con sus impuestos, la educación que hoy tengo y voy a
recibir se debe a los cambios sociales que consiguieron con su lucha
durante épocas que fueron mucho menos amigables que las que tenemos
hoy día y aun estando sufriendo una crisis, no se puede comprar con
una Guerra Civil o hambrunas y desamparos vividos en años
posteriores.
Con mi vida tal vez no llegue hacer
cosas que cambien el mundo, pero voy a dar las gracias a esta
sociedad en la que vivo, tratando con respeto a nuestros mayores y
regresando a la sociedad una atención de enfermería de calidad y
que si puede ser un cambio para los que vayan a ser sujetos de mi
cuidado profesional.
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